En este libro titulado Sabores Que Matan: Comidas, Bebidas En El Género Negro-Criminal, escrito por Raquel Rosemberg y publicado por la editorial Paidos Iberica, se propone un recorrido curioso y original. A través de novelas, películas y ensayos, la autora rastrea los pasos de los criminales más legendarios, los detectives célebres y las mafias protegidas por sus pactos de silencio.
El objetivo de esta búsqueda es comprender a estas figuras desde una perspectiva inesperada: describir qué comían, qué bebían y cuáles eran sus más íntimas preferencias o desagrados en materia gastronómica. De esta manera, se busca desnudar sus señas de identidad y de pertenencia cultural, su condición social y sus estilos de vida.
Los detectives de la serie negra norteamericana, como Philip Marlowe, no comen, no fuman y no eligen los mismos tragos que Hercules Poirot o Sherlock Holmes. Las víctimas y victimarios de A sangre fría, de Truman Capote, se diferencian trágicamente no solo por su rol en la historia, sino también por lo que comen y beben. Su elección en la mesa refleja lugares sociales irreconciliables.
En el mismo sentido, Manuel Vázquez Montalbán y su hijo ficticio, Pepe Carvalho, han encontrado en el mundo de los sabores una de sus características distintivas. Y, por supuesto, no podemos dejar de mencionar a Hannibal Lecter, quien, a pesar de su canibalismo, no abandona sus pasiones gourmet.
Este libro se presenta como una radiografía gastronómica y cultural del crimen. Su apuesta es poner la lupa sobre aspectos del género que usualmente se consideran laterales, y convertirlos en el centro de atención. A través de esta mirada, se condimentan los dos mundos: el circuito clandestino del crimen y la fruición de los sabores.